La industria textil quiere volver a casa y decir adiós al ‘Made in China‘. Depender de proveedores lejanos como China, India o Tailandia y producir a gran escala ya no funciona. El mercado post-covid manda replegarse, fabricar en proximidad y recuperar la industria perdida.
Cómo vestimos no se entiende sin China de por medio. El gigante asiático no solo representa una quinta parte de la economía mundial, sino que es la gran fábrica del mundo: componentes electrónicos, partes de automóviles, juguetes… y ropa. Según la Organización Mundial del Comercio, el país asiático exporta bienes textiles por valor de 150 mil millones de dólares anuales; para entenderlo, para llegar a cifras similares a las de China, España tendría que incrementar diez veces sus exportaciones: nuestro país exporta por valor de 15 mil millones de dólares al año.
El sector textil es uno de los más dependientes de los suministros chinos y no se escapa al efecto que está teniendo la crisis del coronavirus en la economía, llegando a hacer que algunas firmas asuman retrasos en su producción. Tras el estallido del brote de Covid-19 en diciembre del año pasado y su posterior propagación, la enfermedad forzó el cierre de fábricas de componentes textiles en el gigante asiático hasta después del año nuevo chino (25 de enero).
Optimismo dentro del sector textil español
El sector textil español se muestra optimista y manda un mensaje claro: la campaña de primavera-verano está salvada. «La crisis explotó cuando había salido casi toda la mercancía de esta temporada«, señala Ángel Asensio, presidente de la Federación Española de Empresas de la Confección (FEDECON). Asimismo, desde la Asociación de Comercio Textil (ACOTEX) transmiten que ya se contaba con parte de estos retrasos por la celebración del año nuevo chino. “Ya teníamos agendado que estas semanas no había trabajo, así que eso que hemos ganado”, relata su presidente, Eduardo Zamácola. Con todo, no niegan que existe una ligera preocupación respecto a la campaña de otoño-invierno pues “son pedidos que deberían estar produciéndose ya y hay retrasos” y hay dudas de que se empiece a recibir todo el stock sobre el mes de junio.
A eso se le suma otro problema: China no solo es el mayor confeccionador textil del planeta, sino también el gran proveedor de materias primas para este sector. Tejidos, cremalleras, hilaturas, tejidos… todo lo que se puedan imaginar se fabrica, y en grandes cantidades, que luego lo exporta a otros países confeccionadores.
Desde Alphadventure, ya llevamos años atrayendo nuestra producción a las fábricas en España y Portugal. Por ejemplo, en Tiwel, una de las marcas streetwear que exportamos, el 95% de las prendas de la nueva colección primavera-verano 2020 está producida ‘Made in Iberia‘ (España y Portugal). Muchas otras empresas, tanto españolas como europeas, temerosas de que la situación de parálisis en China se extienda, han comenzado a hacer planes de contingencia y a trasladar su producción a otros países y, sobre todo, destinos de proximidad como la propia España, Portugal, Marruecos o Turquía. Un proceso acelerado que llevaba tiempo en marcha ya que es bueno para la economía circular y para evitar el riesgo.
Ventas de producir en España
Los motivos de trasladar esta producción son variados: desde la creación de puestos de trabajo hasta el menor incremento de precio, pasando por el aumento de mayor durabilidad y calidad, o uso de técnicas in situ, como el full-print, donde asegurar el diseño perfecto sobre la prenda. Asimismo, las empresas reconocen haberse dado cuenta de que producir en China no es tan beneficioso como se pensaba: “Tiene una parte muy positiva y es que tienen un coste muy atractivo, pero una parte muy negativa y que es un problema: adelantar la demanda, es decir, intentar adivinar qué vas a vender”, sostienen desde ACOTEX, además de asegurar que las “cantidades mínimas de fabricación son muy altas”.
Augurar un número posible de ventas hace que las empresas tengan menos capacidad de reacción si se equivocan ya que tendrían que “vender con una promoción importante y no hay nada más caro que eso. Fabricando en proximidad es cierto que fabricas más caro, pero también que tienes que producir menos y, si te equivocas, no lo haces tanto”.
¿Podemos desde España hacer frente a la demanda textil frente al ‘made in China’?
Nada parece indicar lo contrario. Los fabricantes textiles estamos viendo cómo aumenta la demanda de productos y a una mejor calidad. Este aumento de producción se ha notado de forma ligera en España, al menos de forma temporal. Marta Castells, secretaria general de la Confederación de la Industria Textil (TEXFOR), reconoce que entre los productores de tejido se ha visto este crecimiento ya que “en el momento que China, que representa casi el 24% de las importaciones, se paraliza, hay un impacto”.
En cuanto al precio, aunque el coste sea mayor para las empresas, no lo hemos trasladado al público que quiera crear su marca o empresas que deseen vender al por mayor.
Por lo tanto, si algo ha sacado a la palestra la crisis del coronavirus es la excesiva dependencia que el sector textil tenía del ‘Made in China‘. De esta forma, la focalización en China ha entrado en debate y se ha demostrando la debilidad de la cadena de suministro global muy centralizada en Asia. Así, desde Alphadventure decidimos en los últimos años diversificar nuestra producción para equilibrar entre lo que se hace fuera y lo que se hace dentro. Una oportunidad para recuperar el “tejido empresarial textil” de España.
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